miércoles, 31 de mayo de 2017

Treinta Minutos




Estaba allí,
Al pie de la columna que sostiene el techo
Esperando por ti.

Estaba allí,
Con mis sueños envueltos en papeles de colores
Llenos de versos sin rimar.

Estaba allí,
Buscándole excusas al tiempo
Porque no se detuvo a pensar por mí.

Estaba allí, de pie, sola, esperando por ti
Después de tantas lunas soñando tu ausencia.

Estaba allí,
Prendida de mis recuerdos y te vi.
Te vi llegar,
Con tu andar en las nubes,
Con tu voz de primavera y tu mirada clara.
Y me quedé entre tus labios,
Bailando mis amores,
Suplicándole al tiempo dejara de correr
Y se detuviera a tomarse un café,
Para poderte tener media hora más.

Treinta minutos de besos
Con sesenta segundos de abrazos cada uno.
Treinta minutos más
Que no contarían en las pocas horas que tenemos para darnos luz.
Treinta minutos de más que voy a robarle al martes entrante.

Después cada quien regresará a su mundo,
A los papeles, las llamadas y las prisas.
A tus apuntes y notas,
A mis redacciones y cuentos.
A esas noches en las sombras,
Dando vueltas en la cama sin suspiros
Recordando tus besos, tu voz, tu cielo.

Estaba allí
Al pie de la columna que sostiene el techo,
Esperando por ti.
Negociándole al sol los treinta minutos del martes
Y te vi…. Y apagué el reloj.

Ahora estoy aquí, junto a ti,
con mis treinta minutos de besos de más.

Renée López Bulask

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