lunes, 8 de mayo de 2017

La Leyenda del Puente de los Esclavos



La historia acerca de la construcción de este puente está rodeada de diferentes versiones. 

La realidad es que esta construcción lleva en pie más de 400 años y a pesar de haber sido golpeada por grandes desastres naturales, no ha sucumbido a ellos. Esperamos disfruten de esta adaptación de una de nuestras leyendas más antiguas. 


Cuenta la leyenda que hace varios siglos existió una hacienda ubicada cerca de donde ahora se encuentra el Puente de los Esclavos. Su dueño era un español que había esclavizado a los habitantes de ese lugar, su nombre era don Octavio.

Se decía que don Octavio era cruel y que castigaba de una forma desmedida a aquellos que a sus ojos no cumplían de una forma adecuada con el trabajo. Una mañana, Juan; uno de los esclavos de don Octavio, encontró uno de los becerros de la finca muerto. Juan, como era de esperarse, se asustó y se desesperó ya que estaba seguro que el dueño lo culparía por la muerte del animal.

De la nada Juan pensó que la única forma de salvar su vida, era ofrecer a don Octavio construir un puente dentro de la propiedad. El cual era bastante necesario ya que en tiempo de lluvia no había manera de atravesar el río que pasaba por esas tierras, debido a que las correntadas eran muy fuertes, además el río ya había cobrado la vida de varios de sus compañeros.

¿Pero cómo lograr esa faena? Lo único que se le ocurrió fue invocar al diablo y este al momento se le apareció. El pobre Juan contó su desventura al diablo y este vio una oportunidad para ganar un alma más para su reino. Llegaron al acuerdo de que el puente debía estar listo antes del primer canto de un  gallo al día siguiente. De la nada el príncipe de las tinieblas invocó a sus seguidores, quienes aparecieron dentro de una enorme bola de fuego, les dio la orden de iniciar con la construcción y trabajaron frenéticamente toda la noche.

Llegada la madrugada y antes de que se escuchara el primer canto de un gallo, Juan se acercó sigilosamente al lugar en el que el diablo contemplaba su obra ya terminada. Juan le saltó al diablo y le colocó una cruz en la frente por lo cual este soltó un grito de dolor que se escuchó hasta lo más recóndito de la finca.

En su desesperación, por quitarse la cruz, el diablo pateó el puente y arrancó con sus patas una de las piedra que eran parte de la edificación. Al momento que esta tocó el suelo se escuchó el primer canto de un gallo, por lo que Juan dijo al diablo: Como el puente no fue terminado como convenimos, tengo derecho a conservar mí alma. 

El diablo lo vio con una cólera indescriptible para luego desaparecer en la nada. De esta forma Juan salvó su alma y no fue castigado por su amo. Se dice que cuando esta piedra es colocada a la mañana siguiente siempre desaparece. 

Puente de los Esclavos en el departamento de Santa Rosa.

Adaptación de Giancarlo Tribiani

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Luis Cardoza y Aragón

Nació en la ciudad de Antigua Guatemala el 21 de junio de 1901. Fue poeta, diplomático y uno de los intelectuales más importantes d...