Nació en Quetzaltenango el 14 de septiembre de 1913, fue un político
y militar guatemalteco. Sus padres fueron Hans Jakob Árbenz Grobli y Octavia Guzmán
Caballeros, su padre era dueño de una de las farmacéuticas más importantes de
la época por lo que su familia poseía un nivel social bastante alto en Quetzaltenango.
Esta situación cambió cuando su padre se volvió adicto a la morfina y el
negocio familiar se vino abajo. Debido a este acontecimiento Jacobo Árbenz no
pudo aspirar a una educación en los colegios o universidades de mayor prestigio
de la época, por lo que tuvo que estudiar en el Colegio María Bennett de Rolz,
para luego ingresar a la Escuela Politécnica.
Jacobo Árbenz fue un estudiante reconocido y admirado, tanto por sus
compañeros de aula; como por parte de la dirección de la Escuela Politécnica.
Obtuvo el puesto de sargento primero de la Compañía de Cadetes, grado que solo
seis estudiantes habían obtenido con anterioridad. Se graduó de dicho plantel
en 1935 y en 1937 se le asignó el cargo de instructor. Dichas funciones las
desempeñó en San Juan Sacatepéquez. Una de las tareas que debió cumplir era la
de cuidar a los privados de libertar y a los indígenas que laboraban dentro de
las fincas. Fue así como conoció el trato injusto e inhumano que sufrían estas
personas al ser obligadas a trabajar en condiciones infrahumanas.
En 1938 conoció a la salvadoreña María Cristina Vilanova, con quien
contrajo matrimonio un año después, en 1943 Jacobo Árbenz ascendió al grado de
capitán y en 1945 el entonces presidente Juan José Arévalo fundó el Ministerio de
la Defensa invitándolo a ser el Primer Ministro de esta entidad. Ya en el cargo
empezó a tener varios detractores los cuales indicaban que estaba en contra del
desarrollo, ya que liberaba a obreros del trabajo forzado pues no estaba de
acuerdo con este.
A finales de 1950 se llamó a elecciones, siendo triunfador el Capitán
Jacobo Árbenz, su triunfo se debió; en mayor parte, porque recibió el apoyo de
maestros, obreros y campesinos al darles a conocer la Reforma Agraria. En el
país el 50% de las tierras cultivables pertenecían a la United Fruit Company (UFCO),
empresa para la que laboraban la mayoría de campesinos, con sueldos miserables
y obligados a trabajos forzados.
Adicional a ésto la empresa controlaba el puerto de Izabal, el ferrocarril,
telégrafos, la telefonía y la generación de energía eléctrica. Todo sin pagar
un solo centavo en impuestos a la nación, y agregado a lo antes mencionado el
ex presidente Jorge Ubico había creado una ley donde los empleadores podían
castigar severamente a sus trabajadores e incluso ejecutarlos en las fincas.
En 1951 el presidente Jacobo Árbenz construyó la carretera al Atlántico,
el Puerto Santo Tomás de Castilla e inició con los estudios de la Planta de Generación
Jurún Marinalá, todo esto para competir con UFCO que tenía el monopolio en el
país. De trece escuelas en el país las aumentó a veintidós haciendo crecer la
formación de maestros y obteniendo un mayor ingreso de estudiantes a la
universidad.
Pero fue la aprobación de Reforma Agraria lo que más beneficio trajo
al país, ya que en ella se expropiaban las fincas que tenían tierras sin usar, también
se estableció un salario justo para los campesinos y la entrega de tierras a
los mismos con la asignación de un préstamo para que las trabajaran. Esta
reforma no fue entendida por el campesinado del interior que empezó a expropiar
fincas que no aplicaban a la ley y ésto ocasionó que la oposición, conformada
en su mayoría por directivos de la UFCO se opusieran a la reforma, lograra que
la Corte Suprema de Justicia revocara dicha ley. El presidente Jacobo Árbenz al
percatarse de dicha situación aprobó el decreto novecientos, en el que se
indicaba que todos los campesinos que cultivaran la tierra debían obtener ganancias,
también aumentó el salario anual de Q225 a Q700; ésto motivó a los
inversionistas extranjeros y al gobierno de Estados Unidos a llamar comunista
al presidente, acusándolo de interferir en los intereses de esa nación y así afectando
su inversión en Guatemala.
Varios integrantes del gobierno norteamericano que habían
pertenecido a la UFCO o tenían acciones en la misma convencieron al entonces presidente
Dwight Eisenhower para derrocar al presidente Jacobo Árbenz y colocar en su
lugar al Coronel Carlos Castillo Armas, que se encontraba exiliado en Honduras.
La CIA contactó al Coronel Carlos Castillo Armas para apoyarlo y así
invadir Guatemala. Fue el 18 de junio de 1954 que se formó un grupo de rebeldes
que pretendieron invadir tierras guatemaltecas, pero éstos poco a poco fueron
derrotados por el ejército y reducidos en un 50%. En esa época el famoso
revolucionario argentino Ernesto el Che Guevara se encontraba en el país y
advirtió que se tenía que hacer una restructuración dentro de las fuerzas
armadas, ya que notaba que algunos integrantes podrían desconocer la cadena de
mando y no acatar las órdenes del presidente.
El presidente Jacobo Árbenz llamó a una reunión a los más altos
dirigentes del ejército y les indicó que cuando las tropas rebeldes comandadas
por el Coronel Carlos Castillo Armas volvieran a intentar ingresar al país
podrían acusar a Estados Unidos de invasión extranjera, esto debido a que dicha
nación incentivó la incursión a tierras guatemaltecas. Lamentablemente el
ejército se unió a las fuerzas invasoras, lo que obligó al presidente a
convocar a una reunión de emergencia a todo su gabinete, momento en que les
informó de la situación y presentó su renuncia.
Según versiones oficiales los integrantes del ejército que se
unieron al Coronel Carlos Castillo Armas eran pocos y nunca podrían haber
derrocado al presidente Jacobo Árbenz, también se indicó que la CIA había
reconocido que sus intentos de desaforarlo del poder habían fracasado. Pero la
versión de su mejor amigo y consejero presidencial José Manuel Fortuny decía
que la esposa del presidente Jacobo Árbenz, María Cristina Vilanova, lo
engañaba y por la depresión que lo invadió no quiso continuar en el gobierno.
Luego de estos acontecimientos el presidente Jacobo Árbenz solicitó
asilo en la Embajada de México, donde vivió por un periodo de 73 días. Luego de
este tiempo abandonó el país, sin antes ser humillado públicamente haciéndolo
desnudar en el aeropuerto La Aurora delante de las cámaras de periodistas,
acusándolo de llevar joyas que había comprado para su esposa con fondos del
gobierno.
Buscaron asilo en países como: México, Canadá y Holanda, pero fue
hasta que el Comandante Fidel Castro lo invitó a trasladarse a Cuba que logró
encontrar una residencia. Vivió varios
años en territorio cubano, pero cansado de las humillaciones del Comandante Fidel
Castro; que en todos sus discursos decía que él no era ningún cobarde y que Cuba
no era Guatemala, aludiendo al ex mandatario, tomó la decisión de abandonar ese
país.
En 1960 logró conseguir asilo en Suiza donde vivió en depresión y
alcoholizado debido a que su esposa lo había abandonado y su hija Arabella
Arbenz se había suicidado en México. Fue en el funeral de su hija que varios
conocidos lo vieron demacrado y cansado por lo cual lo invitaron a vivir de
nuevo en México otorgándole una visa especial.
Ya instalado en México dijo que siempre había querido pasar los
últimos años de su vida cerca de Guatemala y fue el 27 de enero de 1971 que
murió. Sus restos fueron trasladados a El Salvador a solicitud de su esposa y
fue hasta el 19 de octubre de 1995 que se repatriaron a Guatemala, que fueron
enterrados en el Cementerio General.
Qué diferente sería nuestra Guatemala...
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