Nació en Santa Lucía
Cotzumalguapa, municipio de Escuintla, realizó todos sus estudios en la Escuela
Politécnica de Guatemala donde se graduó de oficial. Luego de su graduación se
trasladó a Kansas, Estados Unidos, en específico a la base militar Fort
Leavenworth.
Regresó a Guatemala para
participar en el movimiento de golpe de estado del entonces presidente Jorge
Ubico y en la revolución de 1944, además organizó el derrocamiento del presidente
interino Federico Ponce Vaides. Gracias a este logro fue designado como director
de la Escuela Politécnica.
En 1945 decidió oponerse al
gobierno Juan José Arévalo y se unió al Coronel Francisco Javier Arana para
planificar el golpe de estado que derrocaría a ese gobierno liberal. Sus planes
se vieron truncados ya que el 18 de julio de 1949 fue asesinado el Coronel
Francisco Arana; reconociendo que sus
intenciones no tendrían un fin adecuado decidió quedarse en Mazatenango para
fiscalizar las elecciones del Consejo Superior de la Defensa.
Para el año de 1951, cuando en el
poder se encontraba el presidente Jacobo Arbenz, Carlos Castillo Armas inició
un nuevo movimiento armado con la intención de derrocarlo, pero nuevamente
fracasó. En esta ocasión resultó gravemente herido y se le tomó por muerto, aun
así fue llevado al Hospital Militar en donde se percataron de que todavía se encontraba
con vida. Allí fue capturado y llevado a prisión para ser torturado. Con ayuda
de unos amigos logró escapar y pidió asilo en la embajada colombiana y luego se
trasladó a Honduras en donde empezó a formar un nuevo ejército.
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| El Coronel Castillo Armas entra a Esquipulas con sus partidarios. |
El 19 de febrero de 1954 la CIA
lo contactó para brindarle su apoyo y para que organizara una invasión a
tierras guatemaltecas. Siendo así que el 18 de junio del mismo año que, el
Coronel Carlos Castillo Armas, ingresó por las fronteras de Honduras y El
Salvador con 480 soldados. El avance de los rebeldes fue repelido sin problemas
por el ejército. Debido a esa pronta victoria el presidente Jacobo Arbenz tomó
la decisión de dejar entrar a los rebeldes hasta la capital, y así derrotarlos,
además así podría acusar a Estados Unidos de invasión extranjera.
Al tomar el poder sus primeras
acciones fueron drásticas, ya que prohibió las asociaciones, los sindicatos,
partidos políticos, todo programa benéfico para obreros o indígenas, disolvió
el congreso y comenzó una persecución en contra de todos intelectuales guatemaltecos.
Debido a esta situación todos aquellos que eran perseguidos se vieron en la
necesidad de solicitar asilo en la Embajada de México, cabe mencionar que entre
ellos también se encontraba el ex presidente Jacobo Arbenz.
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| El Coronel Castillo Armas habla desde el Palacio Nacional después del golpe. |
Además congeló los fondos del
Ministerio de Educación y prohibió todo libro o tipo de lectura comunista,
comenzó también una persecución hostil en contra de la Universidad de San
Carlos la cual a partir de ese momento se convirtió en su principal opositora,
ya que lo acusó de permitir la invasión estadounidense.
Debido a estas acusaciones, y que
decidió hacer parte de las líneas del ejército a los rebeldes, el pueblo lo
tildó de cobarde y traidor a la patria. El 2 de agosto de 1954 la Compañía de
Cadetes de la Escuela Militar; molestos por haber perdido su dignidad debido a
las malas decisiones del presidente, se sublevaron y lograron tomarlo como
rehén. El intento de retirarlo del poder falló, esto porque el gobierno
estadounidense y la iglesia intervinieron.
Nuevamente en el poder el Coronel
Carlos Castillo Armas retomó el gobierno y anuló la ley de la Reforma Agraria.
Devolvió las tierras que habían sido expropiadas a sus antiguos dueños, dejando
a los campesinos sin tierra para cultivar. Puso en marcha nuevamente la ley en
contra de la vagancia y la mano de obra, prácticamente gratis, en las fincas de
café.
Otros cambios que se realizaron durante
su mandato fueron; la facultad que les dio a los gobernadores para destituir y
contratar maestros, lo que generó más de 2,236 despidos, devolvió el poder a la
iglesia, la cual fundaría varios colegios como: El Liceo Javier, Colegio
Salesiano, Don Bosco, Colegio Monte María, Liceo Guatemala, entre otros. En
1956 agregó a la Constitución de la República el mandato que indicaba que la
iglesia podía poseer o disponer de propiedades siempre y cuando fueran usadas
para fines religiosos o educativos.
El 26 de junio de 1957 murió
luego que el soldado Romeo Vásquez Sánchez le disparara. Sus restos descansan
en el Cementerio General.
Por Carlos Villegas
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