Esta
leyenda, como muchas otras, pertenece a la tradición oral de Latinoamérica. Son
dos las versiones más escuchadas, la primera cuenta que es una carreta que
durante las noches pasa anunciando la muerte de alguna persona, y la otra dice
que se estaciona frente a la casa del futuro difunto esperando por el alma del
fallecido.
Hay quienes
han escuchado el relinchar de los caballos y el rodar de la carreta. Cuando la
curiosidad es más fuerte que el miedo y las personas salen en busca de estos
sonidos extraños, no todos tienen; ya sea la suerte o desgracia, de encontrarse
con el origen de lo que oyen. Disfruta de esta leyenda llena de misterio:
Fue una
noche, después de un largo día de trabajo, en que Facundo se dirigía de regreso
a su casa en la capital. Él manejaba un camión para una empresa de embutidos y
por ello debía viajar diariamente y regresaba ya bastante entrada la noche a su
hogar.
A unas
cuadras antes de llegar a un parque que se encuentra frente a una iglesia de
ese sector, escuchó el sonido de un carretón; como los que en esos tiempos
sacaban la basura de las casas, le extrañó escuchar ese sonido ya que era
demasiado tarde para que aún los encargados de esa faena estuvieran trabajando.
Al principio
no le dio importancia, pero entre más él se acercaba al parque el sonido se
tornaba más espeluznante. El temor lo invadió y como pudo corrió a esconderse
detrás de una de las bancas del parque. El sonido cada vez se escuchaba más
cerca, aunque lo extraño es que la carreta nunca llegaba, esto convirtió la
espera en una agonía interminable.
De pronto y
sin darse cuenta se quedó dormido, pasó la noche a la intemperie y en la madrugada
el frío lo despertó. Pensó en lo sucedido y se sintió un tanto cobarde ya que
no encontró razón para temerle al sonido de un carretón. Se levantó y se
dirigió a su casa.
El tiempo
pasó y Facundo sólo podía pensar en lo sucedido esa noche, no tuvo más remedio
que contarle lo sucedido a uno de sus amigos. Su amigo se asombró del relato de
Facundo y le contó un cuento que él había escuchado de boca de su abuelita:
Cuentan las leyendas que alrededor de
las tres de la madrugada se puede escuchar lo que parece ser el galopar de unos
caballos, que al mismo tiempo jalan de un carretón. Comentan que el conductor
de este transporte es La Muerte misma y que su tarea es la de llevarse el alma
de las personas que acaban de fallecer, se le conoce como “El Carretón de la
Muerte”.
Al finalizar
el relato su amigo añadió: No te
preocupes más de la cuenta Facundo, las personas inventan cada cosa.
Pero como
era costumbre, por el carácter de Facundo, no quedó satisfecho con la historia
que escuchó y decidió que esa noche iba a comprobar si los rumores eran
ciertos. Pidió a su amigo que lo acompañara en su espera por el carretón.
Se
instalaron en una de las bancas del parque y decidieron tomar turnos para hacer
guardia. El primer turno lo tomaría Facundo. Alrededor de las tres de la
mañana, en un estado de frenesí, Facundo despertó a su amigo.
Le indicó
que escuchara el sonido de aquel carretón acercándose, poco a poco lo vieron
cada vez más cerca de ellos. Efectivamente era un carretón de color negro
tirado por los esqueletos de unos caballos y su conductor iba vestido solamente
con una túnica negra. El aire se volvió más denso y el miedo los paralizó.
El carretón
se estacionó frente a ellos y el conductor los observó, fue en ese instante que
los amigos se percataron que sin duda alguna era La Muerte quien conducía ese
viejo carretón, la mirada les causó tanto pánico que cayeron desmayados.
A la mañana
siguiente se despertaron, estaban tan asustados que no pudieron hablar de lo
sucedido, y como pudieron se dirigieron cada uno a su hogar. Desde ese día
ambos amigos corren de miedo a esconderse al oír el ruido de un carretón.
Adaptación
de Giancarlo Tribiani
No hay comentarios.:
Publicar un comentario