Como muchas
de las leyendas que son parte de la tradición oral latinoamericana, cada
una de ellas está adaptada a la región o país a la que pertenece y como en
otras ocasiones que hemos compartido con ustedes este tipo de narraciones, esta
vez les presentamos una adaptación de la leyenda de La Taconuda. Esperamos que sea de su agrado.
El verdadero
nombre de esta señorita nunca se supo, solamente se le conoció como Mariana,
contó una amiga que fue la última en verla. Ella relató que sus clientes más
asiduos eran taxistas y que la noche en que desapareció fue como todas en las
que Mariana se presentó a enamorar a todo aquel que requiriera sus servicios.
Relató la
amiga de Mariana que la vio subirse al taxi de uno de sus clientes más
frecuentes, dijo que Rodolfo era el nombre de ese taxista, aunque en realidad
este detalle nunca se comprobó. Pasadas las horas Mariana no regresó como era
su costumbre, pasaron los días y nadie la vio, luego de una semana de no volver
a sus labores los que la conocían empezaron a preocuparse y preguntar por ella
hasta que descubrieron que había sido encontrada muerta en un basurero
clandestino que se encontraba en la zona 11.
La situación
causó conmoción entre los que la conocían, ya que además de haber sido privada de la vida dicen que fue golpeada de
forma brutal y como es costumbre en este país, su muerte nunca fue esclarecida,
pero sí olvidada.
Luego de que
el tiempo hiciera que todos siguieran con sus vidas, empezó a correr el rumor
que la habían visto, claro no en la avenida que ella frecuentaba, pero sí cerca
de uno de los callejones de la 12 avenida casi llegando al Cerrito del Carmen.
Aunque estos
rumores venían acompañados de historias escalofriantes, porque decían que antes
de verla llegar solo se oía el ruido que causaban en la noche oscura y fría los
tacones que acostumbraba usar, que nunca atendía a nadie que no la llevara en
un taxi, y que nunca la veían regresar, pero que aquellos que habían solicitado
sus servicios aparecía días después dentro de su taxi con basura dentro de sus
bocas, golpeados y completamente locos.
Fueron
muchos meses en los que estos hechos se repitieron, pero nunca nadie pudo dar
una explicación acerca de lo que les sucedió a los taxistas, lo que sí fue
seguro era que el sonido de los tacones de Mariana no dejaron de resonar en los
alrededores de la 12 avenida, por lo cual muchos operadores de taxi dejaron de
hacer la ruta que cubría este lugar, ya sea por miedo de atravesarse con ella o
porque creyeran en este tipo de historias.
Adaptación de
Giancarlo Tribiani
Es cierto yo una noche no pude llegar a mi casa y me quedé en la14 av mercado Colón escuche los tacones pasar a mi lado pero no tuve el valor de abrir los ojos solo sentí un gran escalofrío y no pude moverme
ResponderBorrarUn día yo la vi pero no le vi el rostro estaba de espaldas su pelo era negro deverias escribir datos curiosos
ResponderBorrarHay verdades ocultas en las leyendas urbanas que es mejor dejarlas así y no tratar de desenterrarlas y descubrirlas porque meterse con lo desconocido puede ser una equivocación fatal que lamentaremos por siempre.
ResponderBorrarEn esta vida hay espejismos misteriosos y a la vez muy peligrosos dónde uno tiene que ser lo suficientemente inteligente, lúcido, recatado y astuto para tratar de evitarlos para no dejarse envolver y engañar por quimeras e ilusiones que están más allá de nuestra imaginación, comprensión y mantenerse siempre en el mundo de la luz, la dimensión y la realidad que si conocemos y es la nuestra ya que no siempre hay cosas bonitas y agradables en lado obscuro y al otro lado del espejo y el obscuro manto de la noche dónde no siempre es buena idea tratar de sacudirlo y despejarlo para ver qué sucede y que reacción se obtiene o consigue después de dicha, atrevida e irreverente acción por parte de nosotros como mortales de carne y hueso como seres de carbono.
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