lunes, 12 de junio de 2017

El Tronchador



El origen de esta leyenda es bastante oscuro y nace de varias leyendas indígenas de Guatemala. Existen varias versiones y cada una de ellas se adapta a la región en la cual es contada, en algunos sitios cuentan que el El Tronchador es el producto de una relación entre un hombre y una yegua. En otras que es un hombre con cara de vaca, y pies y manos como pezuñas.

Si bien el personaje tiene diferentes características físicas en lo que si coinciden las leyendas es en que su objetivo es matar a sus víctimas quebrándoles la espalda. Acá les presentamos una versión acerca de esta leyenda guatemalteca. 


Se dice que en una finca que quedaba a las afueras de la cabecera de Santa Rosa trabajó un hombre de un aspecto bastante peculiar, cuentan que era de baja estatura, jorobado y con una mirada bastante diabólica.

Este hombre, que muchos conocieron como Alberto, había llegado a trabajar a esta finca dos meses antes que los sucesos que relataremos iniciaran. No tenía amigos y mucho menos una familia, pero trabajaba en los establos de esta finca dándole de comer a los caballos y al ganado bovino que allí guardaban. Nunca entabló amistad con sus compañeros de trabajo, aunque sí se le veía por las noches en las cantinas del pueblo.

Al par de meses de haber llegado a trabajar a esta finca logró alquilar un pequeño rancho, que se encontraba bastante retirado de la carretera y de otras viviendas. Luego que él abandonara las viviendas de su lugar de trabajo, fue que los asesinatos de El Tronchador iniciaron.

La primera muerte que ocurrió fue el fin de semana que se celebró la fiesta de fundación del pueblo. Un pobre hombre que se dirigía a su casa, ya algo ebrio, apareció muerto al día siguiente en el fondo de un barranco. Su muerte había sido bastante violenta ya que fue encontrado tronchado, es decir, con la espalda quebrada.

Los habitantes del pueblo no tomaron enserio esta primera muerte, debido a que pensaron que aquel hombre pudo haber caído de su caballo o que de lo ebrio que iba se había desbarrancado.

Y como sucede muchas veces la vida siguió como si nada, por una semana más, hasta que encontraron en una misma noche, pero en diferentes lugares, tres cuerpos más. Esta vez el de dos ancianos y un joven, la muerte de estas personas había sido de la misma forma que la del primero; los tres estaban tronchados.

El pánico invadió a todos los pobladores y se empezaron a organizar grupos que patrullaban las calles del pueblo y sus alrededores. Situación que no sirvió de mucho ya que cada semana aparecían entre cinco a seis cuerpos más.

Mientras todo esto sucedía la vida de Alberto no parecía ser alterada por estos sucesos, es más, algunos de los trabajadores de la finca contaron, tiempo después, que siempre se le veía tranquilo y sobre todo sin preocupación alguna, pero que su aspecto siniestro aumentaba con cada cadáver que aparecía.

Nunca se sospechó de este personaje porque siempre se le veía ebrio después de terminada su jornada laboral, además nadie pudo haber imaginado que con su constitución física hubiera podido dominar a otro ser humano y menos asesinarlo de tal forma.

Así pasaron varios meses y casi llegadas las fiestas decembrinas, tanto los habitantes del pueblo como sus autoridades no sabían cómo enfrentar este problema. Incluso llegaron a pensar que toda celebración debía ser suspendida hasta que no se encontrara al culpable de los asesinatos o por lo menos que estos cesaran.

No fue hasta en las vísperas de la noche buena que una señora que vivía a las orillas de un río que se encontraba cerca de esta finca vio como un ser sobrenatural entró a su casa y quiso llevarse a su hijo, como pudo la señora arrebató al joven de las pezuñas de tan siniestra bestia y se escondió con el muchacho en una de las habitaciones de su casa.

Desde una rendija que había entre los débiles muros de madera de la casa la señora y su hijo observaron como la bestia, en su frenesí, derribaba todo lo que se encontraba a su paso. En su desesperación decidieron atacar a la bestia echándole el agua hirviendo que tenían en un molino de nixtamal. El hijo salió primero de la habitación para distraer al animal y en cuanto éste se dio la vuelta para atacarlo, la mamá del joven lo bañó con el agua hirviendo. El Tronchador al sentir que el agua le recorría el cuerpo empezó a dar de alaridos, estos fueron tan fuertes que los vecinos que estaban encargados del patrullaje esa noche llegaron hasta la casa de la señora.

Al ver a la bestia retorcerse de dolor la atacaron con piedras, palos y cualquier arma que tuvieran a la mano; hasta que lograron matarla. Todos quedaron paralizados al ver la forma física que tenía la bestia; su rostro era el de una vaca y sus manos y pies eran parecidos a unas pezuñas, pero esto no fue todo ya que poco a poco la bestia fue perdiendo esta forma hasta transformarse en Alberto, lo que asustó más a todos los pobladores.

El cadáver de este hombre fue quemado y sus cenizas enterradas en lo más profundo del campo, aunque muchos pobladores dicen que aún, aunque muy de vez en cuando, aparecen los cuerpos de animales y personas totalmente tronchados.

Adaptación de Giancarlo Tribiani

3 comentarios:

  1. Disen que un tronchador sale en una finca en pueblo se llama san reymundo de concecion del sipres

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  2. Disen que un tronchador sale en una finca en pueblo se llama san reymundo de concecion del sipres

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  3. En purulhá baja verapaz aldea Mocuhan existió un tronchador, supuestamente fue producto de relación entre un humano y una vaca, según cuentan los pobladores a cierta edad la criatura se tenía que azotar 300 veces hasta que dijera papá, y luego esta cosa demoníaca haría todo lo que su amo le dijera

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