El sangriento gobierno de Efraín Ríos Montt

José Efraín Ríos Montt nació en Huehuetenango el 16 de junio de 1926, al cumplir los 17 años ingresó al ejército como policía militar y en 1946 inició sus estudios de cadete en la Escuela Politécnica. En 1950 obtuvo los grados castrense y académico de oficial de infantería y maestro de caminos. Recibió cursos de especialización en la zona del Canal de Panamá, que era en ese entonces controlado por Estados Unidos, su crecimiento dentro de las fuerzas armadas fue rápido y llegó a fungir como director de la Academia Militar de Guatemala. En enero de 1973 alcanzó el grado de general de brigada y en abril de ese mismo año se le nombró jefe del Estado Mayor del Ejército.

La delincuencia no da tregua

Nuevamente los usuarios del transporte urbano vivieron en la incertidumbre, tanto porque hubo escases de este servicio en la ruta de que cubre la calzada San Juan y porque quedó demostrado que a la delincuencia no le importa que los buses sean custodiados por la policía, ya que hubo ataques en contra de los pilotos y ayudantes.

Deseos para llevar

Busco algo de entretenimiento, sana distracción

Me asomo al mundo mortal 

maldiciendo la necesidad por un trago

Cuerpo deshidratado

La barra me maldice con trago ajeno en mano

Wiskey liberado de hace 10 años 

Amargado lo sirve en vaso fragmentado

Alma penando a la vez agarra mi trago 

Deja los labios prensados en lo ordenado

Adiós bella acepto tu rechazo anticipado

Regreso al menú de placeres solicitados 

Noche nostálgica llena de diálogos en éxtasis 

Mi alma se excita por la espera del siguiente consuelo

Veamos el orden de ellos: margaritas nostálgicas, vinos melancólicos, y vodkas con sabor a derrota con el paso de las horas

No anhelando regresar a la realidad pido la última confusión versión espumosa

Se aproxima un brindis inesperado de parte de un desconocido le veo, que belleza!

Yo invito me indica yo le menciono prefiero tus caricias, besos, júbilos y entusiasmos para llevar

Giselle Galeotti

La Dama de Negro

La Leyenda de La Dama de Negro es una de las pocas leyendas de América Latina que tiene diferentes versiones, es decir, que si difieren una de otra dependiendo el país o la región en que la cuenten. La siguiente versión es la que más se conoce en nuestro país. Esperamos la disfruten.

Pretextos para hablar de libros

La Liseuse - Jean-Honoré Fragonard

Esta semana hay celebraciones en varios lugares, librerías y centros culturales por el Día Internacional del Libro, que se celebra cada 23 de abril. Tener pretextos para hablar de libros o acercase a ellos para acariciarlos, como objeto seductor o sádico, siempre es conmovedor e incluso peligroso.

Biografías de Kjell Eugenio Laugerud García y Fernando Romeo Lucas García

Kjell Eugenio Laugerud García (Guatemala 1930 - Guatemala 2009)

Nació el 24 de enero de 1930 y se formó académicamente en la Escuela Politécnica, donde luego sería director de la misma, fungió como jefe del Estado Mayor del ejército y luego durante el gobierno del presidente Carlos Arana Osorio fue nombrado General y se convirtió en el Ministro de la Defensa. En esta época la forma de postulación para la presidencia era que el Ministro de la Defensa renunciaba para luego participar en las contiendas y de esta manera en marzo de 1974 participó como candidato presidencial pasando a segunda vuelta con el candidato del partido Democracia Cristiana Guatemalteca el general Efraín Ríos Montt. Al concluir las votaciones y en el conteo final logró la victoria, aunque fue acusado de fraude electoral por la oposición, lo cual no fue relevante y asumió el poder el 1 de julio de 1974.

Entre lágrimas

Los medios de comunicación y redes sociales, una vez más, se vieron invadidos por las palabras que el presidente de la República expresó durante el acto que se realizó en homenaje al fundador del Instituto Evangélico América Latina. 

La nota del fantasma triste

La ceniza de lo que en la noche ardió,

hoy el viento se lo lleva.

Está solo un momento fugaz,

en el infinito del tiempo que todo lo olvida.

Y yo me aferro a lo eterno sabiendo que en

mi ya no hay vida.

Sumergido en el inmenso oscuro,

que me confunde la noche del día.

Lloro pidiendo un regalo que he esperado

año tras año.

Lloro pidiendo otro entierro porque es lo único

que todos me han dado.

Y sin oportunidad de remediar  todo lo malo que hice,

y sin oportunidad de recibir un abrazo sincero,

me he convertido en una sombra errante

por no decir en un espectro cansado.

Porque miro sin ser observado y toco sin ser percibido.

Grito a todos los vientos sabiendo que jamás voy

a ser escuchado.

Por Guiani Aldana