Nació
en San Juan Comalapa, municipio de Chimaltenango el 24 de octubre de 1858 y su
formación musical la inició de la mano de su padre. En 1879 el presidente de
turno el general Justo Rufino Barrios le ordenó que se trasladara a vivir a la
capital para que estudiara en la Escuela de Sustitutos de la Banda Nacional. En
dicho recinto, y con solo tres meses de asistir a clases, aprendió a tocar el
piccolo y la flauta.
En
1887 se realizó un concurso literario y de música para seleccionar lo que sería
la letra y música del Himno Nacional, el cual lamentablemente fue invalidado
luego de haber nombrado como ganadores a Ramón Pereira Molina, en la letra y
Rafael Álvarez Ovalle en la música.
Nueve
años después, en 1896, el presidente José María Reyna Barrios organizó nuevamente
el certamen para elegir la letra y música de nuestro himno. Una vez más resultó
ganador Rafael Álvarez Ovalle en lo referente a la música, pero en lo concerniente
a la letra fue un autor que para ese momento era anónimo el que ganó dicho
honor. No fue sino hasta en 1910 en que se da a conocer que el autor de la
letra del Himno Nacional fue el poeta, profesor, diplomático y periodista
cubano José Joaquín Palma.
Después
de haber triunfado en este concurso, Rafael Álvarez Ovalle formó el conjunto
musical La Broma y La Tuna con el que difundió la música nacional en otros países,
luego se dedicó a la docencia en el Conservatorio Nacional de Música y en varias
escuelas privadas y públicas. Fundó la Concertina Guatemalteca y la Orquesta Femenina
del Instituto Normal Central para Señoritas Belén y la del Colegio Centroamericano.
Rafael
Álvarez Ovalle falleció el 26 de diciembre de 1946 a los 88 años de edad, ese día
se decretó duelo nacional, todas las escuelas e institutos cerraron sus
actividades y la bandera ondeo a media asta. Fue sepultado en el Cementerio General.
Bustos de José Joaquín Palma y Rafael Álvarez Ovalle en Avenida de la Reforma. |
Por
Carlos Villegas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario