Se
cuenta que en el año de 1887 vivió un ladrón que era bueno, pero a la vez “malo”,
ya que robaba en las casas de las personas adineradas para luego juntar lo hurtado
y distribuirlo entre los desposeídos. A este mítico personaje se le conoció
como: Pie de Lana.
Se
le llamó de esta forma porque, durante la noche, ingresaba a los hogares de sus
víctimas por medio de los tejados sin emitir ninguna clase de ruido al caminar;
esto debido a que utilizaba sobre sus zapatos calcetines de algodón. Se cuenta que
robaba todos los objetos de valor que encontraba dentro de las casas que
atracaba, las personas al despertar solo encontraban un espacio vacío en donde
antes acostumbraban guardar sus pertenencias más preciadas.
Las
personas acaudaladas enfurecidas con esta situación decidieron organizarse con
las autoridades para capturarlo. Fue de esa manera que se logró apresar a Juan
Demonte, a quien se le encontró culpable de los delitos que se le imputaron y
fue condenado a muerte. Se le colgó en uno de los árboles del Cerrito del Carmen, el cual aún existe y
se le conoce como el Árbol de Pie
de Lana.
Esta
historia se cuenta en el libro del escritor guatemalteco José Milla, Historia de un Pepe, donde se narra la vida del hijo de Pie de Lana y aunque es un personaje de este texto muchos aseguran
que sí existió.
Por
Carlos Villegas
Excelente y granítica narrativa, para mantener historias de nuestra Guate.
ResponderBorrar