Ayer Guatemala fue visitado por el “barco de la muerte” como
algunos medios de comunicación le llamaron, para aquellos que no conocían la
finalidad de este barco, es la de prestar a aquellas personas que, con una
decisión propia, tomaron la opción de interrumpir sus embarazos.
Lo llamativo de dicha situación fue la importancia tan
desmedida que los medios le dieron, a lo que me refiero es que en ningún momento
el barco o el personal del navío obliga a las personas que necesiten de sus
servicios a tomarlos, pero como es costumbre en un país en que la moral está
por suelos, el qué dirán llega hasta los cielos que la intervención del MP, PDH
y el ejército fue inmediata.
¿Curioso no? Porque mientras en otras regiones de nuestro
país los niños mueren de hambre, son abusados sexualmente, no tienen acceso a
medicinas, educación, etc. el gobierno y estas entidades no hacen nada. Pero
como siempre ha sido en nuestra nación, pan y circo para desviar la atención
del pueblo de los verdaderos problemas que nos golpean día a día.
A ver cuánto tiempo dura este circo, como muchos otros, en
desaparecer; en quedar en el olvido, como siempre sucede. Como guatemaltecos
deberíamos de prestar menos atención a estas situaciones y enfocarnos en exigir
al gobierno y a estas entidades que actúen en contra de los verdaderos actos de
delincuencia e impunidad que nos pisotean. Por otra parte tener una mentalidad
abierta y respetar las decisiones de cada ser humano en cuanto a lo que desea
hacer con su cuerpo y vida. También ser objetivos y no seguir como borregos a
aquellos medios de comunicación que lo único que desean es rating o vender periódicos.
Por: Giancarlo Tribiani
Es cierto, ante tanto problema, reformas constitucionales, liberación del secreto bancario y todo se enfoca al barco. Qué fácil se desvía la atención de la masa.
ResponderBorrar