Los duendes Mayas

La presencia de los duendes en la tradición oral guatemalteca no es extraña, el más famoso de todos es el Sombrerón o Tzitzimite, un espíritu que gusta de hacer travesuras y molestar a las mujeres de las que se enamora. Además hay muchas leyendas que ubican a los duendes en pueblos y lugares de antaño. 

Se puede pensar que la figura del duende fue traída a América por los españoles durante la conquista, quienes inspirados en las leyendas celtas relataron a los indígenas historias en las cuales ubicaban a dichos personajes, pero en realidad se conocen relatos que datan de la época precolombina en los que sus protagonistas cumplían con las características de los duendes, es decir, seres diminutos con apariencia humana, traviesos y guardianes de la naturaleza, se les conoce como Aluxes. 

Casa del Alux. Fotografía: @susisanrivero - Imgrum

Debido a la creencia de que estos duendes poseen poderes fuera de lo natural las personas les piden favores por medio de ofrendas, las que colocan dentro de unas casitas que les construyen. Se cree que durante siete años cuidarán las cosechas de cualquier peligro, pero al término de este tiempo el campesino deberá atraparlo dentro de la casita, ya que éste se puede volver agresivo.

Existen relatos de personas que cuentan haberse encontrado con un Alux en su camino y que al momento de estar frente a frente éste les hace saber que deben realizarle una ofrenda, la cual de no ser efectuada traerá muchas calamidades a aquel que no cumpla con el requerimiento, en cambio si se le da lo que pide proveerá de mucha ayuda y protección a la persona.

Si alguna persona se adentra en sus terrenos sin cuidado o les ofende gritándoles groserías, los Aluxes le pueden enviar por medio del viento una enfermedad. Por su similitud con las leyendas de duendes y elfos europeos, algunos estudiosos sostienen que fueron producto del contacto de las antiguas civilizaciones americanas con piratas británicos, aunque aún no se tienen evidencias concretas.

Por: Charlie Brandigamo